Mateo, un niño boliviano de 9 años, fue diagnosticado con autismo a los 3 años. Después de recibir el diagnóstico, comenzó a ver a varios especialistas, lo que mejoró su condición actual. A partir de ahora, es capaz de rodearse de otros niños, pero no juega con ellos. Mateo puede hablar algunas palabras, pero no puede formar oraciones completas.
Los médicos en casa le dieron un diagnóstico de autismo leve. Después de conocer nuestra terapia en las redes sociales, sus padres decidieron que sería la mejor opción para mejorar la calidad de vida de Mateo. Al final de su protocolo de 18 días con 8 inyecciones de células madre y terapias extensas adaptadas a sus necesidades, comparten su experiencia en un video testimonial.