Es el segundo tratamiento con células madre de Ginevra para la hipoplasia del nervio óptico/displasia septo óptica. Después del primer tratamiento, experimentó mejoras significativas en sus condiciones visuales y motoras durante tres meses.
Ginevra, que antes no podía percibir la luz, ahora puede seguirla y ha comenzado a caminar. Según su familia, el tratamiento de Beike, que incluyó cuatro inyecciones lumbares y cuatro intravenosas complementadas con factor de crecimiento para el crecimiento de los nervios, fue administrado sin problemas y con un dolor mínimo por un equipo de enfermería profesional. Durante la primera ronda, Ginevra empezó a distinguir colores y a dar sus primeros pasos. La expectativa para el segundo tratamiento es mejorar aún más la visión de lejos y la percepción de objetos.