La administración intratecal consiste en una inyección realizada en el canal medular para acceder al líquido cefalorraquídeo (LCR) y, por extensión, al sistema nervioso central. Este tipo de administración permite hacer llegar las células madre al cerebro y la médula espinal de forma más fácil y eficaz.
Antes de la inyección, se realiza en primer lugar una punción lumbar (PL) para extraer una pequeña cantidad de LCR y sustituirlo por las células madre.
Pasos de infusión:
- Se pide al paciente que no coma después de las 22.00 horas del día anterior a la intervención.
- Los pacientes serán trasladados a un quirófano donde el médico, asistido por dos enfermeras, les administrará la inyección.
- Los pacientes se colocarán de lado con la espalda cerca del borde de la mesa o la cama. A continuación, una enfermera ayudará a los pacientes a doblar las rodillas hacia el abdomen y a flexionar la cabeza hacia el pecho en posición fetal. Esta posición ayuda a separar las vértebras para que la aguja pueda insertarse más fácilmente.
- El médico examinará primero la zona lumbar del paciente y marcará el lugar de inserción adecuado (entre dos vértebras lumbares de L2 a L5).
- A continuación se limpia la zona con un antiséptico y se inyecta un anestésico local bajo la piel para adormecer la zona en la que se introducirá la aguja en el canal medular.
- Una vez que la aguja está en la posición correcta, se retira el estilete de la aguja espinal y se recogen unos 2 ml de líquido cefalorraquídeo.
- A continuación, las células madre (aproximadamente 1 ml) y la solución salina (aproximadamente 1 ml) se administrarán respectivamente a través de la aguja en el líquido cefalorraquídeo.
- El procedimiento finaliza retirando la aguja con el estilete reinsertado mientras se ejerce presión en el lugar de punción. La colocación de la aguja, junto con la infusión, suele completarse en un plazo de 20 minutos a una hora.
- Se pide a todos los pacientes que permanezcan acostados de 4 a 6 horas después de la intervención para evitar efectos secundarios temporales como dolores de cabeza, náuseas, fiebre, vómitos y/o dolores en las piernas. Se cree que estos síntomas son el resultado del cambio en el volumen de líquido dentro del canal espinal. Incluso acostados, algunos pacientes pueden desarrollar estas molestias. Pueden durar hasta 48 horas. Los pacientes deben alertar a los médicos si tienen un dolor de cabeza muy intenso, rigidez de cuello, pérdida de sensibilidad por debajo de la zona de punción o cualquier fuga de la zona de inyección.